2009-03-11: DIOS DICE NO A LA ASISTENCIA A LA MISA MODERNISTA
El mensaje espiritual para el día martes 11 de marzo del 2009 es el siguiente:
Hoy debo referirme a los señores Obispos, cuya traición ya se encuentra consumada a todo nivel, ya decidieron “tomar el mejor camino” como es unirse a la Roma adúltera y fornicaria traicionando mi Iglesia, porque, ¿cuál crees hija mía el clima que se está viviendo en el mundo por haber ellos pactado con Roma? Pues sabedlo: dispersaron mi rebaño, tratando de acabar con este reducto fiel a mis enseñanzas. Pero NO lo van a conseguir, mis hijos fieles seguirán conmigo hasta el martirio si es el caso, y las circunstancias así lo exigen, así va a ser. Yo quedaré con mi “pequeño rebaño”, entendedlo bien, vuelvo a repetir el mensaje anterior. No quiero cantidad, no me interesa, quiero calidad, que los pocos que queden interpreten bien mi doctrina salvadora, que seáis estrictos en el cumplimiento de vuestros deberes para conmigo en estos momentos de gran confusión, no os dejáis engañar por falacias y “cantos de sirena” que os endulzan el oído con que ¿qué vais hacer con la no asistencia a la Santa Misa? No os preocupéis, preocuparos más bien en seguir mi ejemplo, ¿acaso no os he venido diciendo en muchos mensajes que la Santa Misa sería por un tiempo clausurada por un tiempo?, y ese tiempo ha llegado ¡hijos míos!, basta con saber la opinión de los sacerdotes, ¿qué dicen? Pues siguen allí en su comodidad, sin tratar de incomodarse ellos ni incomodar a nadie… ¿Eso qué es? Eso se llama conformismo, pero NO debéis tomar partido, os congraciáis con mi peor enemigo o no estáis. Ha llegado la hora de veniros a desacomodar, hijos míos, pero, ¿qué hacer ante tanta impiedad y falta de compromiso?
En muchas ocasiones he venido advirtiendo que esto pasaría, que iba a llegar un momento en que tendríais que tomar partido, es verdad que os cuesta trabajo dar ese paso por cuanto necesitáis de la fuerza de la Santa Misa y de los Sacramentos, pero también debéis reflexionar quién es el que os lo pide, en que, ¿para qué asistir a algo que me desagrada? ¿Acaso no estáis solo para agradarme? Ved, reflexionad un poco y os encontraréis que en esta forma estáis aliándoos con los señores Obispos.
No estoy conforme, pues esa traición es muy grave, tan grave que no tenéis idea de lo que representa esta iniquidad, pues todo esto forma parte de la entrega total de mi Iglesia al Anticristo, pues lo que se busca es la unión de todas las iglesias y sectas al “Pandemónium universal”, que es lo que pretenden mis enemigos, por eso he insistido en afirmar que no quiero términos medios, o conmigo o contra Mí. Tranquilos, si lo que queréis satisfacer es un sentimentalismo de ir a una celebración en la cual sus jefes han claudicado, y por conformismo queréis seguir allí, en ustedes está el tomar esa posición, que no está a las circunstancias de la hora presente. Yo respeto vuestra libertad, pero os estoy advirtiendo de todo lo que esto conlleva, que termina en la Gran Apostasía general, dándole la razón a mi peor enemigo. No, hijos míos, ved que os lo advierto por el gran amor que os tengo, esto será una prueba muy dura para vosotros, pero los pocos que la sepan sortear, serán bendecidos por Mí, es por un tiempo corto. Pues yo os enviaré a un pequeño y muy reducido grupo de sacerdotes fieles que no han caído en la trampa tendida por el enemigo para que os asista espiritualmente. Hijos, Yo no estoy muerto. ¡Estoy vivo! Hombres de poca fe como un día les dije a mis Apóstoles, hoy os lo vuelvo a repetir. Si estáis conmigo, ¿quién contra vosotros? No dudéis, es por poco tiempo, haced comuniones espirituales, rezad el Santo Rosario. Ofrecedme el no poder asistir al santo sacrificio por amor a Mí. Pues ya sabéis las razones que os asisten. No es por negligencia, ni por motivos pequeños, así que yo tendré muy en cuenta vuestro sacrificio. Pero confiad más en Mí. Y ved que la traición está consumada, qué dolor tener que decíroslo pero es así. Rezad mucho, haced sacrificios, ofrecedme las obras del día, cumplid mis Mandamientos a cabalidad y Yo seguiré guiándoos en estos momentos de gran confusión, pues están próximos nuevos acontecimientos que veréis, y entonces comprenderéis el por qué os pido este sacrificio. Hijos míos, os amo. Por eso os estoy guiando.