El Mensaje Espiritual para el día de hoy es el siguiente:

Hoy debo referirme a las personas que se encuentran en estos momentos asistiendo a la Nueva Fraternidad, y que no les importó ni por un instante todos los llamados que les hice a través de estos Mensajes. No quisieron escuchar las múltiples reconvenciones que les di, para que dejaran de asistir donde se me está traicionando de manera grave. ¿Por qué no habéis querido entender que todo esto es relacionado con el Apocalipsis de San Juan? ¿Por qué no reflexionáis qué es lo que está pasando en estos momentos a nivel mundial? Como es el hecho de la GRAN APOSTASIA, que se llevó a cabo cuando los señores Obispos traicionaron completamente y de manera inicua toda la Tradición. Os advertí que ya esa no era mi Iglesia, que ya habían firmado y pactado todo. Y antes de que el mundo supiera, Yo les advertí, pero no me quisieron escuchar, no entendieron o, mejor, no quisieron hacerlo pues, donde se me está traicionando, no estoy allí. ¿Acaso quien de vosotros me obliga a estar con una caterva de desobedientes a mis Leyes? No me interesa contar para nada con aquellos seres que se consuelan ellos mismos con la asistencia a un falso sacrificio celebrado por unos sacerdotes desobedientes e infieles, que obedecen a los señores Obispos traidores que, en contubernio infernal, se han aliado con el Antipapa traidor para sentar en mi trono al Anticristo, borrando toda huella de mi nombre, desconociendo mi entrega, mi sacrificio y mi amor.

Al no ser mi legítima Iglesia, ¿qué se deriva como consecuencia lógica? Que habéis perdido el tiempo permanecido asistiendo a esa misa con desobediencia a Mí, y obediencia a quienes me están traicionando. Por lo tanto, ese no es el sacrificio auténtico, de ahí el por qué no deberían haber permanecido donde se me ofendió y se me sigue ofendiendo impunemente.

Por lo tanto, los que quieran venir al verdadero y auténtico sacrificio, tenéis que pedirme perdón, hacer vigilias de oración y desagravio y reparación, ayunos y mortificaciones para que Yo pueda aceptarles nuevamente en mi Iglesia, pues el pretender seguir como si nada hubiese pasado, no lo voy a tolerar jamás. Pues sí, estuvisteis asistiendo y participado de la Pirámide Traidora, como también os lo decía en otro mensaje que tampoco escuchasteis. Los que quieran volver al camino de la verdad, lo haréis bajo las siguientes condiciones: Primero, debes aceptar y reconocer vuestra equivocación. Leer con humildad los Mensajes que les he enviado y que, en el afán de negar la evidencia, los habéis ignorado. También volver a meditar el Mensaje referente al Cuerpo Místico que tampoco quisieron asimilar, pero que es la Clave para entender todo lo que en este Mensaje estoy aclarando. Es de imperiosa necesidad que lo lean y lo interioricen para que os deis perfectamente cuenta de las ingratitudes y villanías que han cometido. Esto es de estricto cumplimiento para que no vuelvan a cometer la torpeza de seguir de un lado para otro visitando la Nueva Fraternidad y, cuando deseen, volver a la Antigua, como si nada hubiese pasado, ¿y la traición qué?, ¿y la desobediencia a mis Mensajes? Esto no quedará sin castigo si no hacéis lo que os estoy manifestando. No lo voy a permitir bajo ninguna circunstancia. Pues seguirán haciéndoles el juego a Satanás, yendo al Buen Pastor, a la Nueva Fraternidad y a mi legítima Iglesia. Pues sin un legítimo y auténtico arrepentimiento, seguiríais asistiendo al verdadero y al falso sacrificio, aunque, aparentemente, creas que es el mismo, porque no le han cambiado nada. ¿Y la ofensa a Mi divinidad?

Os repito, nadie puede servir a dos Señores (San Mateo VI,24). Recordad que, no todo el que me dice “Oh Señor, Señor”, entrará por eso en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre Celestial, ese es el que entrará en el reino de los cielos (San Mateo VII,21). Esto es de una manera precisa y contundente. Os lo aseguro.

Para haceros reaccionar, os envié hace poco un mensaje advirtiéndoos a manera de ejemplo humano. Que si un padre de familia vive con su esposa y sus hijos en un hogar maravilloso. Y de pronto llegan unos asesinos criminales a vejarlo, a expulsarlo de su hogar, ¿qué se os ocurriría a vosotros pensar la reacción de esos hijos? ¿A seguir como si nada le hubiese pasado a su progenitor y, en alianza con aquellos infames, siguieran lo mismo sin inmutarse? ¿O deberíais, por lo menos, reaccionar de manera firme y decidida a respaldar a su progenitor en todo momento? Tampoco tuve eco en esta humana reflexión para haceros conmover… pues en nuestro caso, es infinitamente más grave la ofensa por tratarse de Nosotros que, hoy más que nunca, estamos viviendo la pasión de mi Iglesia. Hoy que la Gran Apostasía cubre el mundo entero.

Volvemos al caso, ¿qué hicisteis vosotros para conmigo? ¿Qué resistencia tuvisteis? ¿ Me desagraviasteís? ¿Por qué no os alejasteis donde se me estaba y están traicionándome? ¿En qué mundo vivís? ¿Si no reaccionáis a defenderme aún a costa de vuestra vida? ¿Qué haréis cuando os vengan a implantar la Marca de la Bestia? ¿De dónde sacaréis la fortaleza necesaria para vencer, si no habéis podido serme fieles? Este es el mensaje Espiritual para el día de hoy.